PEDRO CAUSIL

PEDRO CAUSIL
SELECCION COLOMBIA DE PATINAJE

miércoles, 22 de agosto de 2012

MENTALIDAD DEPORTIVA


MUJERES EN EL DEPORTE.




Relegadas a un papel secundario en el nacimiento del deporte moderno, pese a que se disputaban Juegos femeninos en la Antigüedad griega, las mujeres han recorrido un largo camino en la historia de los Juegos Olímpicos. Ausentes en los primeros Juegos Olímpicos de Atenas, en 1896, en los de Atenas 2004 representan el 40 por ciento de los atletas.
 
(Mujereshoy) De las primeras concesiones que se les hicieron en los Juegos de París de 1900, para participar en golf y en tenis, y cuatro años más tarde en tiro al arco, el programa para las mujeres en los Juegos Olímpicos ha logrado un considerable avance. Hoy, la práctica femenina no conoce límites y el Comité Olímpico Internacional (COI) ha decretado que todo nuevo deporte tiene que incluir una prueba femenina para tener la posibilidad de ser incorporado al programa olímpico.

El camino no ha sido fácil. El francés Pierre de Coubertin, el creador de los Juegos Olímpicos modernos, creía firmemente que el papel de las mujeres se limitaba a coronar a los vencedores y se opuso hasta su muerte a su participación.

Pero su compatriota, Alice Milliat, no compartía su visión y decidió crear en 1921 la Federación Internacional Deportiva Femenina (FIDF) para poner fin a esa discriminación. La FIDF organizó unos Juegos Mundiales Femeninos en Goteborg y París, con lo cual el Comité Olímpico Internacional terminó por capitular.

Fue en Amsterdam, en 1928, donde finalmente tuvieron lugar los verdaderos comienzos olímpicos de las mujeres con cerca de 300 deportistas –casi 10 por ciento del total– y sobre todo con su participación en el deporte rey, el atletismo. El crecimiento comenzará en 1976 con 20 por ciento de mujeres en los Juegos, 25 por ciento en 1988 y 35 por ciento en Atlanta. En Sidney la progresión continuaría y hoy en Atenas, las mujeres representan el 40 por ciento.

Los bemoles de la participación femenina

La Carta Olímpica estipula que “toda forma de discriminación con respecto a un país o una persona, ya sea por razones raciales, religiosas, políticas, sexo u otras es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico”.

“Todo comenzó en 1992 cuando Suráfrica fue autorizada a regresar entre las naciones olímpicas”, recuerda una de las fundadoras del Comité Atlanta +, Linda Weil-Curiel. “Toda la prensa se felicitó entonces por la presencia de atletas negros y blancos en la delegación sudafricana, pero se nos saltaban los ojos cuando vimos que 35 delegaciones no incluían mujeres”.

“Estimo que hay que batirse por nuestros valores. Si algunos no quieren adherirse, nadie les obliga a venir a los Juegos”, añade Weil-Curiel. Para ella, “los pretextos culturales o religiosos” que incitan al COI a una reserva diplomática, “no son válidos”.

El Comité Atlanta + fue creado para luchar contra la discriminación hacia las mujeres en el deporte y, en particular, en los Juegos Olímpicos. Hoy denominado Comité Atlanta-Sidney-Atenas, miembro de la Liga de Derecho Internacional de Mujeres, esta instancia reclama, basándose en los Principios Fundamentales de la Carta Olímpica, la prohibición de participar en los Juegos a toda delegación que excluya la presencia femenina.

Presidenta de la Comisión Mujer y Deporte del COI, instituida en 2004, la estadounidense Anita Defrantz reafirmó que el movimiento olímpico comparte el mismo objetivo – “ciento por ciento de delegaciones mixtas”– pero todavía no se ha logrado tal cosa.

Así, pese a todos los progresos, 26 países no incluyeron a ninguna mujer en sus delegaciones en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Razones técnicas y económicas se sumaron a otras de carácter religioso, y se llegó al extremo de que una delegación rehusó que su pancarta fuese llevada por una joven durante la ceremonia de apertura de los Juegos de Barcelona en 1992.

En Sidney 2000, en tanto, nueve países no tuvieron representación femenina en sus delegaciones, y en Atenas, seis países competirán sólo con hombres (países musulmanes), invocando razones culturales o religiosas, a pesar de que el COI estableció que ciertas reglas en la indumentaria atlética serían aceptadas para que las mujeres deportistas musulmanas pudieran participar.

Discriminación femenina en Juegos Olímpicos

Si bien el número de mujeres que participan en los Juegos Olímpicos ha aumentado, para la legisladora portuguesa Manuela Aguiar todavía existe discriminación en estos magnos encuentros deportivos: “Las atletas están poco representadas en las competiciones, son víctimas de prejuicios sexistas en los medios de comunicación y sólo ocupan un puñado de puestos de responsabilidad en las instancias deportivas”.

Para ella, en los Juegos Olímpicos “hay muchos más hombres, mientras que las mujeres tienen un salario y primas inferiores”. Aguiar, que prepara un informe sobre la discriminación femenina en el deporte, señaló que los medios de comunicación presentan a las atletas como “productos”, cuyos méritos son los de ser “sexy” y “bellas”.

En cuanto a su representación en los organismos deportivos, la legisladora denunció que en el Comité Olímpico Internacional (COI) hay “menos de un 10 por ciento de mujeres”.

Por su parte, la presidenta del Senado belga, Anne-Marie Lizin, señaló que tan grave como la antigua discriminación de atletas de raza negra en Suráfrica es la actual marginación de la mujer en determinados países musulmanes.

El misógino Coubertin

El fundador de los Juegos de la Era moderna, el barón Pierre de Coubertin, fue seguramente un visionario para su época en cuanto al deporte se trataba. Pero este aristócrata francés no supo escapar a la misoginia retrógrada de su época sobre la participación de las mujeres en los Juegos, contra la cual luchó sin cejar durante 30 años.

El COI aceptó por primera vez la participación de las mujeres en los Juegos de 1900 en dos deportes, el golf y el tenis. Pese a ello, un año después de Coubertin no parecía convencido de la necesidad de que las mujeres participaran en los Juegos en igualdad con los hombres. A lo sumo, aceptó la idea de la participación femenina en torneos periféricos de los Juegos, pero con limitaciones: debían celebrase fuera del “recinto sagrado” del estadio olímpico.

En 1912, de Coubertin no cambiaba de parecer y afirmaba: “Nosotros estimamos que los Juegos Olímpicos deben estar reservados a los hombres. Es posible aceptar que las mujeres participen en todas las pruebas? No... Entonces por qué autorizarlas a participar en algunas y prohibírselo en otras?”.

En la sesión del COI en Amberes en 1920, de Coubertin, insensible a la evolución del deporte, aseguraba: “yo no admitiría a las mujeres, quienes en regla general no deberían participar en los Juegos en absoluto”.

Su intransigencia llevó a la creación, en 1921, de la Federación Internacional Deportiva Femenina (FIDF) para poner fin a esa discriminación. La FIDF organizó unos Juegos Mundiales Femeninos en Goteborg y París, con lo cual el COI terminó por capitular.

Sidney: Un gran paso hacia la igualdad

Los Juegos de Sidney del año 2000 marcaron un gran paso hacia la igualdad entre las mujeres y los hombres en los Juegos Olímpicos, tras los progresos ya realizados en Atlanta.

Las mujeres participaron en 36 disciplinas contra 37 para los hombres. Las mujeres no pudieron participar en las competencias de boxeo, la lucha –tanto libre como grecorromana– o el béisbol. Pero se les reservó, en cambio, la exclusiva en gimnasia rítmica, softball y natación sincronizada.

Tres viejos deportes o disciplinas olímpicos, la halterofilia, el pentatlón moderno y el waterpolo, dieron por primera vez su oportunidad a las mujeres. Tal como lo exige el Comité Olímpico Internacional, las tres disciplinas o deportes que hicieron su entrada en los Juegos de Sidney, el taekwondo, trampolín y triatlón, lo hicieron tratando en igualdad a hombres y mujeres.

¿Quién fue la primera campeona olímpica?

Pese a todos los obstáculos, muchos nombres de mujeres han dejado una huella en la historia de los Juegos: desde la británica Charlotte Cooper, primera medalla de oro femenina, pasando por Mildred Didrickson, la primera estrella del atletismo femenino, o la marroquí Nawal El Moutawakil, primera campeona individual africana y musulmana, hasta la rumana Nadia Comaneci, primer gimnasta hombre o mujer en obtener la nota perfecta de “10” en unos Juegos, los de Montreal 1976.

Para la gran mayoría de los especialistas de la historia de los Juegos, la primera mujer en coronarse campeona olímpica fue la tenista británica Charlotte Cooper en París con su victoria en el torneo individual en julio de 1900.

Sin embargo, algunos historiadores, entre los cuales se encuentra el sueco Wolf Lyberg, afirman que la primera fue la estadounidense Helen de Pourtalés.

De Pourtalés figuraba, según ellos, en la tripulación del barco de su marido, el conde suizo Hermann Alexander de Pourtalés, vencedor, el 20 de mayo de 1900, en la clase 1-2 toneladas, prueba únicamente disputada en 1900. En tanto miembro de la tripulación, su mujer tendría derecho a la medalla al igual que su marido, skipper de la embarcación.

Cooper, por su parte, había ganado el torneo individual femenino el 11 de julio. En la final, Cooper ganó a la francesa Helène Prévost 6-1, 6-4. Junto a su compatriota Reginald Doherty, Cooper se apoderó el mismo día del título de doble mixto, batiendo de nuevo a Prévost que hacía pareja con el británico Harold Mahoney.

Incluso si se considera que Helen de Pourtalès tiene derecho a su medalla –una medalla colectiva–, Charlotte Cooper sigue siendo de todos modos la primera campeona olímpica femenina individual.

América Latina en Atenas

América Latina está representada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 por alrededor de 1000 atletas, mujeres y hombres. La delegación más numerosa es la de de Brasil con 245 deportistas. Le sigue Cuba con 159 participantes. Argentina es el tercero en la lista, con 154. México también pasa el centenar de representantes, con 111.

Estos cuatro países son considerados las potencias de la zona, especialmente los cubanos, quienes han acumulado en juegos anteriores 57 medallas de oro, 58 de plata y 48 de bronce. Lo siguen los argentinos con 13, 23, y 28; los amazónicos con 12, 19 y 35, mientras que los representantes de México suman 10, 15 y 22.

Un segundo grupo de atletas de América Latina está comandado en número de competidores por Colombia (58). Luego está Venezuela (48); Puerto Rico (43); República Dominicana (40), Uruguay (40), Paraguay (27), Costa Rica (24), Chile (23), Guatemala (17), Ecuador (16), Perú (12), El Salvador (7), Bolivia (7), Honduras (4) y Panamá (4).
 

Medallistas colombianos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 quedaron en la historia como los mejores para Colombia, consiguiendo un total de 8 medallas (1 oro, 3 plata y 4 bronce). Aquí te presentamos a los 8 medallistas olímpicos de Colombia.
 
Rigoberto Urán fue el encargado de darle a los colombianos la primera medalla de plata, conseguida en el ciclismo en ruta.

La segunda alegría vendría por parte de Óscar Figueroa en el levantamiento de pesas, donde obtuvo medalla de plata en la categoría de 62 kg.

La judoka Yuri Alvear le entregó a Colombia la tercera medalla, de bronce, en la categoría de 70 kg.

La cuarta medalla, de plata, se la colgó Catherine Ibargüen, la cual llegaba como favorita en el Salto TripleOlga Rypakova, ganadora de presea dorada.

El Taekwondo le entregó la quinta presea a Colombia con Óscar Muñoz, joven de apenas 19 años de edad que se colgó la medalla de bronce en la categoría de los 58 kg.

Como lo hizo en Beijing 2008, la luchadora Jackeline Rentería volvió a ganar la medalla de bronce, sexta para la delegación colombiana en Londres 2012.

junto con la kazaja
Mariana Pajón, la abanderada y favorita a la medalla de oro en el bicicross, cerró la participación de Colombia con broche de oro, haciendo vibrar a todo un país y ganando la medalla de oro, la cual hizo que el himno nacional de Colombia se escuchara por segunda vez en unos olímpicos, momento muy conmovedor.

La medalla de bronce de Carlos Mario Oquendo en el bicicross masculino fue la última y la octava en el medallero colombiano, terminando un día de oro en el bicicross.

Colombia 
ocupó el puesto 38 en la tabla de medalleria, quedando por encima de países como México y Argentina.
 

Medallistas colombianos en los Juegos Olímpicos de Londres 
2012